Hace unos días se anunció el lanzamiento de una ambiciosa estrategia para atraer a empresas de los sectores automotriz, aeroespacial y de semiconductores a establecer operaciones en los Polos Industriales de Bienestar en el área del Corredor Interoceánico.
La creación de 2 nuevas zonas de inversión que se unirán a los polos del Corredor Interoceánico, Progreso I y Mérida I tienen el objetivo de convertir a Yucatán y al sureste mexicano en la nueva frontera económica con Estados Unidos.
Incentivos fiscales y administrativos, inversiones en infraestructura energética y conectividad, programas de capacitación de talento especializado, infraestructura hidráulica robusta y bajas tasas de delincuencia, son algunos de los elementos propuestos para hacer al sureste una región más competitiva.
De acuerdo con la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, estos polos de desarrollo “son las inversiones de los próximos 30 años, que ponen a México en el foco como una potencia económica mundial” y según cálculos, tendrán un impacto de 5% en el PIB de México y el potencial de mover el 1% del PIB mundial.
Para Fernando Coutiño, presidente de la Intercontinental Chamber of Commerce, “el Corredor Transístmico es un espacio con potencial enorme, calculamos que el 1% del PIB mundial se pueda mover por ahí, con 17 polos de desarrollo a lo largo del corredor. Por ahora ya vemos inversiones de empresas de diferentes partes del mundo, y hay delegaciones de inversionistas que están poniendo el ojo”.
Además, destacó que el Corredor ya se ve como la competencia del Canal de Panamá, pues actualmente se están instalando empresas para la transformación de materia primas, proyectando gran potencial y mayor crecimiento para los estados del sureste.
“Ya la infraestructura portuaria y terrestre está en condiciones para ser usada, empezaremos a ver los primeros resultados, y en un transcurso de 3 a 4 años ver una transformación muy palpable que detone crecimiento”, dijo.
Los polos de desarrollo del Corredor Interoceánico están compuestos por una plataforma logística integrada por el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, los puertos de Salina Cruz, Coatzacoalcos y Puerto Chiapas, además del sistema carretero nacional.
Todo este sistema tiene la capacidad de conectar al océano pacífico con el atlántico y da acceso al sur de Estado Unidos, Europa, América y Asia, facilitando el intercambio comercial a nivel nacional e internacional.
Si bien es cierto que los polos de desarrollo son una apuesta vencedora para consolidar el Corredor Interoceánico, es vital que el próximo gobierno cumpla con su promesa de continuidad.
De acuerdo con los 100 Compromisos de Sheinbaum, “además de fortalecer los 12 parques industriales del sureste, vamos a desarrollar otros 10 Polos del Desarrollo para el Bienestar”, que, de acuerdo con proyecciones debería centrarse en zonas geográficas delimitadas dentro del Istmo de Tehuantepec, que cuenten con incentivos para atraer la inversión, detonar el desarrollo económico y social de la región e impulsar las vocaciones productivas con mayor potencial.
A nivel industrial, estas vocaciones productivas poseen un gran potencial económico muy bien delimitado, tales como: eléctrica y electrónica, semiconductores, automotriz, electromovilidad, autopartes y equipo de transporte, dispositivos médicos, farmacéutica, agroindustria, equipo de generación y distribución de energía eléctrica, maquinaria y equipo, tecnologías de la información y la comunicación, metales y petroquímica, entre otras.
Recientemente, el próximo secretario de Economía, Marcelo Ebrard, informó que en equipo de transición del próximo gobierno ya revisa programas y obras como el aeropuerto Felipe Ángeles, el Corredor Interoceánico y los Polos de Desarrollo. Sobre estos últimos, explicó que está la etapa de clasificación para determinar “dónde van a estar y qué velocidad se les puede imprimir” en estos momentos donde debe haber una ruta clara para traer inversiones que hoy no están en el país, pero podrían estarlo.
“Se evalúa como engarzar de la mejor manera con la relocalización de empresas, la cual avanza rápido y México no se puede confiar (…) estamos reuniendo toda la información, hablando con los 25 principales sectores de la economía de México, para que el 30 de septiembre se tenga todo listo e iniciar con las acciones previstas. Hay que estar presentes en Estados Unidos y en otras partes del mundo”, dijo.